¿Días torcidos?

¿No te ha pasado a veces, que tienes unos días planeados con todo lujo de detalles, pero ocurre algo que hace que todo se tuerza? Porque a nosotros sí, y aunque parezca mentira a menudo. Cuando en la familia hay más de 3 miembros, es muy fácil que eso suceda, pero si ya hay 5 ¡no te cuento nada!

Este fin de semana teníamos planeado comer con la familia, ir al monte, coger piñas, pasear y jugar quizá en una playa…. Pero el día no ha comenzado como pensábamos. Uno de nuestros hijos se puso malito de laringitis, y claro.., eso provoca fiebre, malestar etc etc. Así que visita al médico, comprar medicinas, llevar a los hermanos al médico por si acaso, dar en el clavo y también comprar medicinas para ellos…. 

Es importante que el médico que los vea sea lo más paciente y amable posible. Si al médico le decimos que nuestros hijos tienen TEA los miran y tratan de forma diferente, pero si no dices nada, y se alteran, y chillan y demás….. pufff, la cosa cambia. No es habitual encontrarse médicos tan buenos como los de hoy.

Y tras todo esto la pregunta es rápida, ¿que haces con 3 niños TEA, tras tenerle que haber cambiado el día cómo se lo habías planteado? Pues muy fácil, hacer un plan B, C y D lo más rápido posible.

Así que hemos aprovechado para hacer otras muchas cosas. Lo primero hacer un trato con ellos, para que se tomen las medicinas sin protestar mucho. Con cada niño eso funciona de forma diferente. Nosotros tanto con I como con M, no tenemos problemas a la hora de dar medicinas y se las toman de forma fantástica. Sin embargo, su hermano J…, a él darle una medicina es misión imposible. De hecho primero intentamos hacer un pacto, y cuando escupe la medicina (y lo que no es medicina), tenemos que cambiar la táctica y mezclarla con la comida. Como tiene el sentido del olfato extremadamente desarrollado, no podemos usar el mismo alimento para colar la medicina, sino que hay que ir variando. En nuestra experiencia, lo mejor que funciona son las compotas, cada día una de un sabor diferente, e voilá!

Tras esto, les preguntamos a ellos que prefieren hacer, si la opción A o la B. Es para nosotros muy necesario darles opciones, que sepamos que le van a encantar, pero a la vez que no sea agotador ya que se encuentran mal.

Nosotros hoy pusimos figuras de diferentes formas y colores dentro de una pelota en su huequito correspondiente, y leímos muchos muchos cuentos. Además hoy tuvieron un tiempo precioso para ellos, ya que lo que más les apetecía era estar acostados y descansar!!!

Pero mañana sí que vamos a aprovechar el día. Lo primero después de las rutinas diarias, será hacer una maraca con globos y arroz. Será muy bueno para ayudarles no sólo con su psicomotricidad fina, sino también a nivel sensorial, ya que tendrán que tocar texturas que a priori para ellos,  no son muy agradables. 

Después de eso pintaremos unos marcos/cuadros. Son unos marcos especiales para pintar que compramos en IKEA, y son geniales para poder pintarlos con pintura de dedos. Y es una actividad divertida, que les gusta mucho. 

Y por si todo eso no fuera suficiente, nos inventaremos con unas tarjetas de pictogramas, diferentes historias, para que trabajen la inventiva. Además seguro que las historias son extremadamente divertidas.


Así que cuando un plan cambie, es preferible ver el lado positivo de ese cambio. No siempre hay que disgustarse porque las cosas no salgan, y si ellos son capaces de entenderlos, ¿porque nosotros nos empeñamos en ver sólo la parte negativa? Ellos nos enseñan día a día a ver lo mejor de cada momento, y también a aprender que los cambios son buenos.

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