NavidaTEAndo (parte 1)

 Hace sólo dos días que comenzaron las tan esperadas vacaciones navideñas. Dos días en los que ya nos ha dado tiempo de ver, reflexionar, corregir. Dos días en que lo mínimo es lo suficiente para prender la llama que lo haga explotar todo por los aires.


Nuestra familia ha vivido estos dos días con una tensión completamente diferente a la de otras semanas o fines de semana. Nuestros pequeños notan que algo es diferente, notan el agobio del resto de personas por la época de consumismo en la que vivimos, saben que no podemos salir demasiado porque hay muchísima gente en la calle yendo de un lado para el otro como “pollos sin cabeza”, escuchan los ruidos de petardos hasta altas horas de la noche, sienten que el mundo ha cambiado. Tienen una percepción de las cosas, que ojalá muchos de nosotros pudiéramos tener. 


Es importante que sepamos y reconozcamos que van a tener crisis, y es importantísimo apoyarlos. Sin ir más lejos, los 3 pequeñines ayer tuvieron una bien grande. Empezaron en la calle y siguieron en casa, todo por un cambio de rutina no programado. Ya sabéis que cuando alguno cae malo, por norma general los planes se chafan. Ayer jueves sin cole, tener que ir al médico, saber que al día siguiente tampoco hay cole, que hay misa pero no es sábado, que cenamos más tarde de lo “normal” en casa de los abuelos…, son un cúmulo de cosas que a veces por más pictos, ellos no son capaces de gestionarlo. 


Después del día de ayer y ver cómo sorteamos el de hoy, puedo intuir lo que me esperan estos días. Reconozco que para mi es un reto, muy bonito pero también difícil, porque sus neceskdades no eran las mismas que hace un par de años. Pero lo tomo con ilusión y con muchas ganas. 


Próximamente la segunda parte 

Continuará….

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