Cuando una operación irrumpe de nuevo en la familia

 Sé que el título esta vez es bastante largo. Pero francamente, no es lo mismo una operación a un bebé a corazón abierto, que una a un peque de 5 años de fimosis. En la primera, J tenía un año y poco, por lo que era más fácil movernos, controlar al bebé que estuviera tranquilo en reposo (era un bebé 😂😂), y hacer nuestras vidas de una forma un poco más ordenada.


Pero esta vez, una operación de fimosis que finalmente pasó de ser un pequeño corte a un circunsición. En nuestro caso, J, estaba +/- preparado, le habíamos hecho numerosos pictogramas del pequeño corte que se le haba a realizar, el cómo con una pequeña cámara como si de poner el aerosol se tratara lo iban a dormir….. Pensar que esos pictogramas fueron para nada!🤦‍♀️ Al final lo durmieron con un líquido que estaba en una jeringa que iba por la nariz, en vez de ese pequeño corte le hicieron una circunsición, y bueno…. Aquello no salió del todo bien. Para poder ponerle la jeringa estuvieron casi media hora, y cuando despertó, enfadado y dolorido tenía sentimientos encontrados. 


Al ser una cirugía ambulatoria mayor, lo pudimos traer a casa el mismo día, y para poder hacerle los cuidados necesarios, nos refugiamos en los pictos. Aunque a decir verdad él no estaba muy convencido. Nos ha costado que “confíe” en que no lo vamos a hacer nada en su pitito casi 4 días, pero ahora ve que nosotros simplemente hacemos las curas de los pictos.


En estos procesos es muy importante tener una paciencia extrema, el equipo médico fue súper bueno con él, y aquí en casa hemos intentado que se sienta lo más cómodo posible, y que ha de estar 7 días de reposo y 10 sin ir al cole. Pero si a esto le sumas que para protegerlo por posibles complicaciones y para evitar el contagio COVID en este momento, sus hermanos también han estado aquí. Por lo que la paciencia ha tenido que ser triple. 

Los niños con TEA, muchas veces no entienden lo que ocurre a su alrededor como tal, y es muy importante que en estos casos, nosotros seamos conscientes de que su desesperación va a llegar pronto. Hemos de ser justos, ya que, a pesar de que nosotros también nos desesperemos, tenemos que estar por encima de ello. Ellos no entienden muchos convencionalismos, no entienden que uno tenga que estar todo el rato en la cama y que tenga el ordenador para ver dibujos y una mesa de cama para que pueda comer, pintar un dibujo o jugar alli, y ellos sigan en casa, soportando el no poder salir y él no entender qué es lo que está ocurriendo. Ellos entienden que su hermanito tiene el pitito malito pero poco más.

Es necesario tener una paciencia extrema y comprender a cada uno de los tres por separado. Cada uno tiene una preocupación y una alegría diferente. Es cierto que uno de ellos está recién operados, pero los otros tampoco entienden la situación y demandan igual que los otros días.


Nosotros sus padres, como personas adultas, debemos estar dispuestos a amarlos, respetarlos y tranquilizarlos, por muy cansados que estemos. Esto no es fácil, pero si te encuentras en nuestra situación, lo mejor son las “pelis” en familia, pintar muchos dibujos, y juegos como la oca. 

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