Carta abierta de reflexiones

Hace muchísimo tiempo desde la ultima vez que publiqué. Y curiosamente porque, además de realizar mis tareas diarias como madre, he querido masticar bien mis palabras para poder expresar todo aquello que quiero. He de decir que había escrito 2 temas importantes de los que quería tratar; uno de ellos el acoso escolar en niños TEA, y el otro el día de concienciación del autismo.
Y después de mucho darle vueltas, comprendí lo ligado que están estos 2 temas. Probablemente te estés preguntando qué me lleva a pensar eso, dado que a priori son dos cosas completamente diferentes. Pero desde mi punto de vista, son temas que van de la mano, al igual que va de la mano la hipocresía del “universo”. Tenía tantas palabra escritas para el 2 de abril publicarlas, que me alegro de no haberlo hecho, porque curiosamente, somos seres de apoyar una vez al año porque no hace daño, de acordarnos una vez al año y que ese día sea para respetarlo todo al 100%. La realidad muestra, que a día de hoy, seguimos siendo personas de “portada”. Con nuestras mejores caras y nuestras mejores galas para días específicos, y el resto del año, lo que eres/tienes/te encuentras, NO es mi problema. Personas realmente mezquinas. 

He de decir, que me flipó la cantidad de gente y de colegios que ese viernes anterior al día 2 de abril (que este año cayó domingo y festivo) apoyó en redes, eventos, y muchos etcéteras más a la concienciación del autismo. Pero curiosamente, esa misma gente es la que llama a tus hijos malcriados cuando de la nada (aparentemente) tienen una crisis, la misma gente que no quiere que sus hijos jueguen con los niños autistas “no vaya a ser que se les pegue algo”, los mismos que prefieren que no estén en las aulas de sus peques porque entonces van a hacer que avancen al ritmo que deberían.  Colegios con muchos murales ese día, pero que después te niegan plaza por que tu peque autista no controle el pipí o porque (palabras textuales) no te preocupes que entonces sólo vendría una horita u horita y media, porque claro es que loas autistas….

¿A que ya vas viendo por dónde van los tiros? 2 de cada 3 niños autistas sufren acoso escolar, dato que a mi me parece extremadamente preocupante, pero que viendo la sociedad en la que estamos criando a nuestros hijos no me extraña nada (y si me lo permites eso es más preocupante aún).  Los niños de hoy en día, en casa se les dice que hay que respetar pero hasta cierto límite, respeta al profesor pero si sientes que él te alza la voz o se pone serio o te dice que has hecho algo mal… lo tienes que decir. Pues si ya esos padres que educan a sus hijos con esa filosofía enseñan el respeto desde un punto de vista autoritario, cuando estos niños se encuentran con otros que ven la vida de forma diferente y tienen una educación basada en un respeto real, nos encontramos con un choque muy grande. Y en ese choque quien se lleva la peor parte es el niño autista, porque ni es respetado por sus iguales, ni por los padres de estos niños, ni realmente arropado por el centro educativo (si es que realmente se le puede llamar así (ironía)). 

Nosotros hemos tenido la inmensa suerte de caer en un centro en dónde no sólo se promueve el respeto real, sino que se intenta involucrar a las familias, a los alumnos, a los docentes en la realidad personal que hay; buscando el fomento de una unión entre los niños. Que la amistad está genial, pero es ,cubo más necesario el compañerismo. Y esto se puede conseguir cuando los directores de los centros son personas que aceptan todas las realidades,( y gracias a Dios, nuestro cole tiene a un súper director). 
Y a mi como madre, me sigue impresionando la clase de I, de verdad que no sólo sus amigos, sino sus compañeros, lo ayudan, lo aceptan, es uno más independientemente de su autismo, su discapacidad motora, su adaptación curricular. De verdad, es maravilloso. Pero qué pena, que hayan tantos niños, jóvenes y adultos autistas que no puedan experimentar eso, que no puedan experimentar la ayuda incondicional, el respeto mutuo incondicional, el apoyo, y el amor. 

Por eso cuando se celebró el día 2 de abril de una forma tan “bonita”, de llenemos nuestros murales, nuestra sedes sociales porque apoyamos esto mogollón , pero el resto del año para ti son un estorbo, la verdad que entristece. 

Pero yo hoy, quiero que hagas una reflexión muy importante, y digo importante porque no sólo es algo para ti como adulto, sino para aquellos pequeños que te rodean. ¿De qué te sirve poner en tu estado, en tus redes sociales, en el cole de tus hijos, y muchos etc más que es el día X; si después no eres capaz de tener empatía con otro, por ser diferente a ti? Para qué quieres celebrar algo, que no te cambia como persona, que no hace que aprendas sobre aquello que está a tu alrededor, que no hace que seas mejor para otros. Porque sino te has percatado, tú esencia como persona adulta, es lo que le transmites a los pequeños, y no podemos pretender que los niños traten bien a sus compañeros, vean un enriquecimiento en ser diferentes, en tener diversidad en el aula, si los adultos los apartan porque sus diferencias pueden hacer ralentizar el aula, pueden hacer que tengas que estar en el patio asegurando que todos juegan con todos, o explicarle a tu hijo que no todos son capaces de llevar sus emociones de igual manera.

Piensa en ello, al igual que seguiré haciendo yo. Nosotros somos esos granitos que se necesitan para ayudar. Y la pregunta final que te hago yo hoy es ¿estás dispuesto a ver la belleza en lo diferente y a ayudar?

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