Prohibido Rendirse

 Un año más se ha ido, y otro año ha comenzado. Y esto que he puesto por título me lleva acompañando ya muchos años. Siempre he dicho que la vida son cambios, que todos pasamos por cosas que no siempre son fáciles, y que hay que aprender de todo para poder ser mejores personas. 

Pues esto es lo que me deja el 2024, aprendizaje de aquello que a priori te hace sufrir, aprendizaje de aquello que creías que sabías pero no, aprendizaje de seguir siendo madre, aprendizaje de ver que me puedo superar ante cualquier acontecimiento, aprendizaje a que no estamos solos, aprendizaje a seguir teniendo fe también en la adversidad…, en definitiva a seguir aprendiendo a vivir.

Son muchos los retos a los que me voy a enfrentar en este nuevo año, familiarmente vemos cómo hay muchísimas cosas que son nuevas, una posible operación de I, la evolución de la enfermedad que siguen investigando de mi marido, el revivir la muerte de Aarón porque ya han pasado los 5 años, y muchísimas cosas más que están por venir. Pero lo que está claro es que esta familia no se rinde, lo tenemos prohibido. Y lo más bonito es saber que no estamos solos, que hay personas detrás nuestra que nos apoyan y nos ayudan en todo lo que pueden. 

Sé que vendrán muchos miedos nuevos, y regresarán otros antiguos, sé que tendremos numerosos retos a los que hacer frente, pero también sé que estando unidos todo es posible. Y lo más bonito de todo, es seguir estando presente y compartiendo momentos con nuestros peques, al final ellos son el motor de esta familia, de nuestra vida. 

Este año sólo acaba de comenzar, así que esta será la primera de muchas páginas por escribir. Porque si algo he aprendido en todos estos años, es que cada día, cada minuto, suceden cosas nuevas, algunas impresionantes y otras lo común del día a día. Y alguna te grita la voz de alarma, y es por eso que está PROHIBIDO RENDIRSE.

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