Nuevos comienzos, nuevos retos
Pues sí, a lo tonto ya llevamos un mes de cole, y ya puedo hacer un balance de cómo está siendo este nuevo comienzo.
Para empezar, he de decir que fue una tremenda alegría que la profesora de J siguiera este curso en el cole y con sus niños. Como padres, fue para nosotros una menor preocupación, entre otras cosas, porque ella ya conoce lo que le ocurre a J, sus reacciones, frustraciones, como ayudarlo y muchos etc más. Los hermanos sin embargo, se han encontrado con nuevas tutoras, nuevas formas de dar las clases, de organizarse, de ser; y eso último es quizás lo que más les ha costado. Es cierto que I es capaz de adaptarse bien a los cambios, tiene una simpatía arrolladora y una mirada que traspasa. Sabe congeniar con cualquier persona. Pero M en ese aspecto, es más cuadriculada. Si no le caes bien a la primera vista, francamente no creo que vayas a poder tener ninguna posibilidad con ella. Por suerte esta nueva maestra le gustó, no tanto como la anterior, pero le gustó. Y aunque cada día pide que vuelva, cada día también acepta más el tener que compartir clase con los niños de 1°, el aprender a convivir en un aula con más niños (20 en vez de 4), y aprender a que en una clase mixta se pueden aprender y te puedes enriquecer muchísimo.
Pero sin duda el mayor reto ha sido el comedor. Algo que a priori parece tan básico, ha sido todo un reto para ellos. Un cambio radical, ya no comemos juntos en casa, ya no los recojo al terminar la jornada, ya no es un corre corre para ir a las terapias, ahora es un terminar y comer de forma escalonada y ordenada según los cursos.para nosotros es una ayuda el saber que no tienen que comer rápido y que les gusta la comida, que repiten y quieren volver.
Y algo que está cambiando también el rumbo de este curso, es saber que a I lo van a operar de la cabeza. Él se encuentra entusiasmado y con alegría porque quiere quitarse el casco, nosotros estamos alertas porque es una operación que tiene su aquello, pero es cierto que va a mejorar su calidad de vida. En este tipo de cosas, nuestro hijo nos da unas lecciones impresionantes, y me hace reflexionar de lo afortunados que somos, a pesar de las circunstancias de la vida.
También este curso, hemos implementado algo nuevo “El diario personal”, un cartapacio enfocado en cada necesidad de cada uno de los peques, donde ellos puedan escribir y plasmar todo lo que sienten, lo que viven. Una herramienta que después les ayuda a podernos contar las cosas, recordar y hablar también con sus terapeutas. Es bastante fundamental que ellos vean que tienen autonomía, y esta herramienta se las da.
Es un año en el que siguen quedando veinte mil médicos, en el que siguen habiendo montañas, pero está siendo un año y un comienzo de curso dónde hemos visto que no estamos solos.